El paciente aquejado de Alzheimer pierde la conciencia sobre
sus actos y su propia identidad. Deja de reconocerse a si mismo. Sufre la anulación del carácter, la voluntad y el poder de decisión. Tampoco podrá reconocer a sus
amigos y familiares, ni siquiera a sus propios hijos. Su vida
pasa a ser complemente vegetativa
El mal de Alzheimer se puede
prevenir, o al menos retrasar su aparición, al cambiar algunas rutinas que
obliguen la estimulación del cerebro contralateral al que habitualmente domina
nuestras actividades. Es una nueva técnica para mejorar la concentración,
desarrollar la creatividad y la inteligencia, al realizar simples ejercicios de
Neuróbica: un descubrimiento dentro de la Neurociencia que nos revela que el cerebro tiene una
extraordinaria capacidad de crecer y cambiar el patrón de sus conexiones.
Los autores de este descubrimiento, Lawrence Katz y Manning Rubin (2000), revelan que la Neuróbica, o
la
aeróbica de las neuronas es una
nueva forma de ejercicio cerebral proyectada para mantener al cerebro ágil y
saludable, creando nuevos y diferentes padrones de comportamiento y de las
actividades de las neuronas de su cerebro.
Cerca de 80% de nuestro día a día está ocupado por rutinas que, a pesar de tener la ventaja de
reducir el esfuerzo intelectual, esconden un efecto perverso: limitan y atrofian el cerebro no
permitiendo la renovación y el crecimiento de sus neuronas.
Para contrarrestar esta tendencia, es necesario practicar
algunos ejercicios
cerebrales que hacen que la persona piense solamente en lo que
está haciendo, concentrándose en esa tarea. El desafío de Neuróbica, es hacer
todo aquello contrario a la rutina, obligando al cerebro a un trabajo
adicional.
He aquí algunos de los ejercicios
que recomiendan los expertos de la Neuróbica:
-Colóquese el reloj en la muñeca contraria a la que normalmente usa.
-Cepíllese los dientes con la mano contraria.
-Camine por la casa, de espalda (en la China esta rutina lo
practican en los parques)
-Vístase con los ojos cerrados.
-Hágase el nudo de la corbata sin mirarse en el espejo.
-Trate de escribir con la mano contraria a la habitual.
-Hágase el nudo de la corbata sin mirarse en el espejo.
-Trate de escribir con la mano contraria a la habitual.
-Estimule el paladar con cosas de sabores diferentes.
-Vea las fotos invertidas (cabeza abajo)
-Mire la hora en el espejo.
-Cambie el camino de rutina para ir y volver a casa.
Se pueden practicar muchos otros ejercicios neuróbicos,
dependiendo de su propia inventiva. La idea es cambiar los comportamientos de
rutina.
Para
esto, habrá que hacer algunas cosas diferentes para que ejercite el otro lado
de su cerebro (el derecho), estimulándolo de esa manera.