La cirugía cardíaca
ha sufrido una profunda transformación desde que los procedimientos
transcatéter se han venido desarrollando de forma ininterrumpida, segura y
eficaz en los últimos años.
Hasta hace poco tiempo
la sustitución de la válvula aórtica enferma requería una complicada cirugía a
corazón abierto en circulación extracorpórea. Los riesgos eran y son considerables
ya que la mayoría de los pacientes suelen ser mayores, en malas circunstancias
clínicas y con otras comorbilidades asociadas como diabetes, hipertensión,
angina, etc.
En 2002 un
cardiólogo francés de Rouen, el doctor Alain Cribier, desarrolló una técnica
que permitía recambiar la válvula aórtica enferma por una ingeniosa prótesis
anclada al anillo valvular por medio de un procedimiento poco invasivo gracias
a la ayuda de un catéter de polietileno introducido a través de un punción
percutánea por la arteria femoral. En la primera fase del procedimiento, la
válvula estenótica se dilatada con la ayuda de un catéter-balón.
Vávula aórtica estenótica y severamente calcificada |
Desde entonces han
sido numerosos los pacientes que se han beneficiado de este procedimiento cuyas
características técnicas han mejorado notablemente, haciéndolo más fiable,
seguro y resolutivo. Numerosos hospitales de todo el mundo, entre ellos algunos
españoles, practican esta técnica a plena satisfacción.
La indicación principal
es la estenosis aórtica severa calcificada, cuya prevalencia en la población
senil (mayores de 70 años) es muy elevada. Este procedimiento, por el momento,
queda reservado a aquellos pacientes en los que el riesgo de una cirugía a
corazón abierto es alto o muy alto. La operación se lleva a cabo con anestesia
local y en un par de días el paciente puede recibir el alta hospitalaria.
En el vídeo que se adjunta
puede verse de forma muy didáctica el procedimiento. Para su visualización haga click sobre el enlace o copie y pegue el siguiente link en su navegador: