domingo, 17 de enero de 2016

Recambio sin cirugía de la válvula aórtica:

La cirugía cardíaca ha sufrido una profunda transformación desde que los procedimientos transcatéter se han venido desarrollando de forma ininterrumpida, segura y eficaz en los últimos años.

Hasta hace poco tiempo la sustitución de la válvula aórtica enferma requería una complicada cirugía a corazón abierto en circulación extracorpórea. Los riesgos eran y son considerables ya que la mayoría de los pacientes suelen ser mayores, en malas circunstancias clínicas y con otras comorbilidades asociadas como diabetes, hipertensión, angina, etc.

En 2002 un cardiólogo francés de Rouen, el doctor Alain Cribier, desarrolló una técnica que permitía recambiar la válvula aórtica enferma por una ingeniosa prótesis anclada al anillo valvular por medio de un procedimiento poco invasivo gracias a la ayuda de un catéter de polietileno introducido a través de un punción percutánea por la arteria femoral. En la primera fase del procedimiento, la válvula estenótica se dilatada con la ayuda de un catéter-balón.

Vávula aórtica estenótica y severamente calcificada
Desde entonces han sido numerosos los pacientes que se han beneficiado de este procedimiento cuyas características técnicas han mejorado notablemente, haciéndolo más fiable, seguro y resolutivo. Numerosos hospitales de todo el mundo, entre ellos algunos españoles, practican esta técnica a plena satisfacción.

La indicación principal es la estenosis aórtica severa calcificada, cuya prevalencia en la población senil (mayores de 70 años) es muy elevada. Este procedimiento, por el momento, queda reservado a aquellos pacientes en los que el riesgo de una cirugía a corazón abierto es alto o muy alto. La operación se lleva a cabo con anestesia local y en un par de días el paciente puede recibir el alta hospitalaria.

En el vídeo que se adjunta puede verse de forma muy didáctica el procedimiento. Para su visualización haga click sobre el enlace o copie y pegue el siguiente link en su navegador: