A pesar de los numerosos ensayos clínico llevados a cabo en los
últimos 25 años y el cúmulo ingente de una información científica,
contradictoria en muchos casos, no existe consenso médico que, de manera indiscutible,
sea capaz de establecer normas seguras de prevención cardiovascular.
Mientras llegan o no los acuerdos, hoy les
propongo seguir cinco consejos que, sin duda, van a mejorar su perfil de riesgo
cardiovascular evitándole en buena medida la posible aparición de un infarto o
un ictus.
1.- No fume: Un solo cigarrillo al día puede
incrementar el riesgo para infarto e ictus hasta en un 40%. Y tan malos son los
cigarrillos, como los cigarros puros o la pipa. También hay indicios que
indican que los cigarrillos electrónicos (con un 17% de nicotina) son
igualmente perjudiciales.
2.- Evite la obesidad y el sobrepeso: Hay numerosas evidencias científicas
que indican que la obesidad de cualquier tipo y el sobrepeso son determinantes
de riesgo coronario. Bajar el peso
hasta su valor ideal supone reducir el riesgo cardiovascular de manera
proporcional, mejorando al mismo tiempo la presión arterial, los niveles de
azúcar e insulina en sangre, así como el colesterol y los triglicéridos.
3.- Evite los contaminantes ambientales: La polucionantes aéreos
que respiramos, los productos tóxicos contenidos en los líquidos que ingerimos,
o los agentes químicos con los que continuamente entramos en contacto, son
inductores de enfermedad cardiovascular y cerebral. Piense que el 80% de las
enfermedades crónicas degenerativas están vinculadas a un exceso de metales
pesados en el organismo (mercurio, plomo, cadmio, etc.). Evitándolos
mejoraremos considerablemente el perfil de riesgo.
4.- Evite las subidas bruscas de azúcar en
sangre: La ingestión de alimentos de alto índice glucémico como el pan blanco,
el arroz, la pasta, la bollería industrial, etc., producen una brusca subida de
azúcar en sangre lo que provoca un importante desgaste en la función
pancreática liberadora de insulina, agotándolo, al tiempo que lesiónan
severamente la parte más interna de las aterias (endotelio) que es por donde
habitualmente se inicia el proceso arterioesclerótico.
5.- Protéjase de los agentes
inflamatorios: Una dieta saludable
es la más aconsejada para prevenir fenómenos inflamatorios que aceleran la
diabetes y el proceso arterioesclerótico. Una dieta de tipo mediterráneo o tipo
Okinawa, son las que menos componentes inflamatorios incorporan en su contenido
siendo, por tanto, las mejores protectoras del sistema vascular.