sábado, 29 de noviembre de 2014

¿Por qué causa la muerte un infarto?

A pesar de haberse reducido de manera considerable la mortalidad por infarto de miocardio, continúa siendo la primera causa de muerte en nuestro mundo occidental, algo por encima del cáncer y las enfermedades respiratorias.

El tratamiento precoz, mediante la apertura de la arteria ocluida (angioplastia) responsable de la necrosis del miocardio, ha permitido salvar numerosas vidas.

Puesto que en el infarto agudo de miocardio el tiempo, más que en ninguna otra circunstancia, es realmente oro, los sistemas sanitarios de todo el mundo se afanan en establecer protocolos que faciliten el inmediato tratamiento del paciente que está sufriendo un accidente coronario agudo. El traslado urgente a un hospital, a ser posible en una unidad coronaria móvil, y la inmediata liberación de la arteria obstruida por el coágulo, son las claves del éxito.
 
Evolución desde una placa de aterona a una oclusión trombótica
Un reciente artículo publicado en el Journal of American College of Cardiology (JACC) analiza la mortalidad a corto y medio plazo provocada por el infarto de miocardio transmural, que es aquel que afecta a todo el espesor de la pared ventricular. Entre las causas principales de la mortalidad inmediata, destacan las arritmias mortales de las primeras horas (que pueden ser resueltas mediante un electrocardioshock), seguidas por las alteraciones de la contractilidad y el shock cardiogénico. A medio y largo plazo, las causas no están tan claras.

El objetivo del estudio publicado en el JACC se centraba en buscar conexiones entre el tiempo de actuación médica y las causas de muerte por infarto en los pacientes sometidos a angioplastia de rescate en la fase aguda.

Los investigadores analizaron el tiempo y la causa de la muerte en 2.804 pacientes (edad 63±13 años, 72% varones) tratados con angioplastia primaria de los que 717 fallecieron. Las principales causas de muerte dentro de los primeros 30 días fueron el shock cardiogénico y el daño cerebral irreversible que aparece tras recuperar al corazón después de una parada circulatoria.
Electroshock con desfibrilador para recuperar una parada cardiaca
Del mismo modo, otros factores como la edad, el calibre de la arteria implicada, la insuficiencia cardíaca y la diabetes fueron predictores independientes de la mortalidad.

Al cabo de 30 días, una vez que la fase aguda se considera superada, la tasa de mortalidad cardiaca anual descendió a menos del 1,5%, siendo en la mayoría de los casos de origen extracardíaco, como tumores malignos, procesos respiratorios agudos o accidentes. 


Considerando, por tanto, que el mejor tratamiento que existe al día de hoy para la recuperación vital del infarto agudo de miocardio es la angioplastia primaria, todos los esfuerzos médicos dirigidos en este sentido conseguirán, poco a poco, rebajar aun más la primera causa de muerte en el mundo de nuestro entorno económico y geográfico.

Los supervivientes del primer mes que fueron tratados con angioplastia y stent tienen un excelente pronóstico a medio y largo plazo siempre y cuando sus factores de riesgo cardiovascular queden bajo estricto control. Esto, unido a nuevos fármacos y eficaces procedimientos, está dando excelentes resultados.

Imagen necrópsica de un corazón con un infarto extenso
Por tanto, ante un caso de sospecha de infarto agudo lo importante es trasladar al paciente urgentemente a un hospital porque durante esos críticos minutos, el tiempo, más que oro, es miocardio vital que hay que rescatar de las garras de la muerte.