Lo supimos después de su muerte, según reveló su biógrafo
Walter Isaacson.
Steve Jobs, el fundador de Apple, mordió la manzana de la
desconfianza. El hombre que con su tenacidad, su trabajo y su fantasía
revolucionó nuestra forma de trabajar y relacionarnos, podría quizá seguir todavía en
el mundo de los vivos de haber confiado un poco más en una de las ciencias: la
medicina, a la que con sus métodos informáticos tanto contribuyó para su
expansión y desarrollo.
Cuando le diagnosticaron el cáncer de páncreas en 2003, el
tumor estaba poco desarrollado, bien localizado y sin propagación metastásica.
Era perfectamente extirpable mediante cirugía radical. Sus posibilidades de curación iban más
allá del 60%.
De un modo sorprendente, Steve Jobs optó por terapias
alternativas naturales apoyadas en dietas macrobióticas y vegetarianas y
procedimientos budistas y espiritistas de escasa base científica. Cuando se le
intervino al año siguiente, tras haber rehusado los consejos de sus médicos, el
tumor estaba muy extendido y su avance se había hecho imparable.
Steve Jobs poco ante de su muerte |
Es paradójico, pero tampoco es un caso aislado. Personajes
de su categoría intelectual y científica, en circunstancias parecidas, recurren a terapias alternativas
al desconfiar y despreciar procedimientos médicos de una sólida base
científica. Es la disyuntiva entre lo que digo y lo que hago.
Y uno se pregunta: ¿Qué les puede conducir a adoptar una
resolución semejante? La respuesta
es variada y confusa. Por un lado es explicable por la angustia que genera el
diagnóstico de una enfermedad potencialmente letal a la que se quiere poner
remedio como sea. Por otro; el oportunismo de curanderos, chamanes y
charlatanes quienes aprovechándose de su engañoso esoterismo y apoyándose en
los reconocidos fracasos de una medicina falible, potencian su caja de
resonancia en medios de comunicación poco rigurosos para sacar partido de la
confusión general y de los escépticos en particular.
Descanse en paz el genio de la manzana mordida cuya
impagable contribución al progreso de la Humanidad quedará para siempre en la
memoria de todos nosotros.