lunes, 29 de diciembre de 2014

El timo y los peligros del agua embotellada.

En los últimos años se nos ha estado vendiendo de una forma abrumadora y diría que hasta poco ética las propiedades saludables del agua embotellada procedente de “manantiales purísimos de alta montaña donde nunca puso el pie el ser humano”. No digo yo que el agua procedente de tales fuentes no sea buenísima y purísima pero el problema no radica en el agua misma sino en el bisfenol A que contiene la botella de plástico.


Cada día son más numerosos los artículos científicos donde se publican los efectos perniciosos del bisfenol A. Este agente es capaz de penetrar en los líquidos que contienen los envases de plástico contaminándolos de una forma muy perjudicial para la salud. Un par de horas después de haber ingerido agua procedente de una botella de plástico, la cantidad de bisfenol A determinada en orina eleva su concentración hasta en quince veces.

Un reciente artículo publicado en Hypertension advierte que tras la ingestión de agua embotellada en plástico la presión arterial se eleva unos 5 mmHg. Conviene recordar que un aumento de la tensión arterial por encima de los 20 mmHg duplica las posibilidades de sufrir un accidente coronario.

Los mecanismos fisiopatológicos por los que el bisfenol A induce trastornos vasculares peligrosos son complejos y tienen mucho que ver con cambios neurohormonales que regulan la actividad funcional y estructural de las arterias.


Otros estudios de carácter experimental han señalado que altas concentraciones de bisfenol A en los tejidos orgánicos favorecen la aparición de determinados tumores así como diabetes, hipertensión, obesidad, trastornos del sistema reproductivo y disfunción de la glándula tiroides.

Son muchos los argumentos en contra del agua y de otros líquidos embotellados en plástico, sin contar con la contaminación ambiental que produce este tipo de envasado además de que, según un estudio americano, el 25% de las llamadas “aguas minerales” se envasan directamente de los grifos del consumo general de las ciudades donde, dicho sea de paso, el control sanitario de esta agua de consumo corre a cargo de expertos que garantizan su óptima calidad.

Me contaron de un astuto “empresario” mejicano que decía vender agua “radiada” con excelentes propiedades para la salud. Cuando alguien le preguntó cómo conseguía “radiar” el agua, respondió que el procedimiento era bastante simple y muy económico: “A ambos lados del tubo de envasado —dijo— coloco una equipo que emite música de radio Guadalajara y al otro, otra que da noticias de radio Jalisco. ”


Al margen de la broma anterior conviene además recordar que no es solamente bisfenol A lo que contiene el agua embotellada en plástico sino que se han detectado otros agentes patógenos como trihalometanos, bencenos, mohos, y hasta arsénico.


Recuerde estos datos y antes de comprar líquidos embotellados en plástico piense en su salud y de paso en el maltrecho equilibrio ecológico.

sábado, 13 de diciembre de 2014

La salud cardiovascular es cosa de dos.

Hace algo menos de un año fue publicado el estudio Euroaspire IV, una encuesta a escala europea, llevada a cabo en 24 países de la UE para conocer el estilo de vida, el uso de medicamentos, el control de los factores de riesgo y el grado de conocimiento de los pacientes cardiovasculares acerca de su enfermedad.
 
Los resultados han sido sorprendentes: El 65% de los pacientes cardiacos desconoce varios aspectos de su enfermedad. Tras un evento cardiovascular, cuatro de cada cinco pacientes (80%), al cabo de seis meses, continúan con sobrepeso, uno de cada dos (50%) siguen fumando, menos de un tercio (30%) ha conseguido rebajar las cifras de colesterol a niveles óptimos y sólo uno de cada dos (53%) ha conseguido controlar su presión arterial previamente elevada.

Otros datos indican que el 24% no sabe qué tipo de enfermedad cardiovascular padece. Con respecto a su gravedad, el 23% la desconoce, el 29% la considera inferior a la real y el 22% no sabe determinar si su enfermedad será relevante en su pronóstico. Uno de cada tres pacientes ignora la conveniencia de introducir cambios en sus hábitos de vida. El 32% de los ingresados no enumera las pruebas que se le han realizado y el 29% no sabe definir qué tipo de tratamiento se aplicaría en su caso. El estudio también concluye que la mayor parte de los pacientes desean obtener más información.



Los datos han sido impactantes entre los responsables sanitarios europeos quienes, en cooperación con los profesionales de la salud y las asociaciones de pacientes, ya están implementando medidas tendentes a corregir estas deficiencias. En tal sentido, se señala que una mayor concienciación por parte del médico y una mayor participación del paciente en su enfermedad, exigiendo mayor información, son posturas esenciales para invertir esta peligrosa situación.

Los evaluadores de la encuesta indican que para concienciar al paciente resulta imprescindible actuar primero, sobre los profesionales de la salud para que se comprometan en la educación sanitaria de sus pacientes y para que éstos, a su vez, se responsabilicen de su enfermedad y participen activamente en su tratamiento, con pleno conocimiento de lo que deben de hacer en todo momento y muy en especial en la rápida identificación de los síntomas cardiovasculares de alarma.


Es un hecho cierto que la aplicación de sólidos programas de educación sanitaria han contribuido a reducir la morbimortalidad cardiovascular en un 26% y la mortalidad por cualquier causa en casi un 20%. El conocimiento de los factores de riesgo y su prevención es la base principal para mejorar la salud cardiovascular de los europeos y su calidad de vida.

Este estudio Euroaspire IV demuestra una vez más que la salud depende, por supuesto, de una correcta actuación médica pero que ésta carecería de efectividad sin la decidida y comprometida actuación del paciente.



lunes, 8 de diciembre de 2014

Inhalación pasiva del humo de marihuana

Un ensayo experimental llevado a cabo en cobayas en la Universidad de California, en San Francisco, dirigido por el Dr. Matthew L Springer, ha demostrado que la exposición al humo de marihuana durante media hora disminuye el flujo arterial de sangre entre un 50 y un 70%.
El efecto deriva directamente de la incapacidad de las arterias para dilatarse como habitualmente hacen en situaciones en las que el organismo requiere un aumento del flujo sanguíneo, como, por ejemplo, durante el estrés físico. Dicho de otro modo, el humo de marihuana impediría la vasodilatación arterial, tan necesaria en numerosas ocasiones.
El efecto era idéntico tanto si la marihuana inhalada contenía tetrahidrocannabinol (el elemento psicoactivo primario del producto) como si no lo contenía, lo que demuestra que el daño vascular que provoca la marihuana no es debido a sus componentes psicotropos  sino al humo mismo.
“El efecto deletéreo vascular del humo de marihuana —explican los autores del ensayo— es similar al que provoca el humo de tabaco”. Y añaden que: “fumar es fumar", independientemente de los contenidos de los humos que se aspiran, sean estos de tabaco, marihuana, humo de madera quemada, puros, hojas secas, o de narguile.

En la misma línea se expresa la Dra Nancy Rigotti del Massachusetts General Hospital de Boston quien manifiesta que, aunque no hay experiencias en humanos con el humo de marihuana, sí la hay con cobayas y humanos con el humo de tabaco y, por tanto, la experiencia con el humo de marihuana en ratas de laboratorio hace pensar que sus efectos son previsibles también en el sistema arterial del hombre.

Como mensaje final, concluyen los investigadores de este ensayo, “inhalar humo de cualquier clase no es bueno para el corazón y, consecuentemente, todos, pero muy especialmente los pacientes con problemas coronarios, deberían evitar la exposición a cualquier clase de humo ambiental”.


sábado, 6 de diciembre de 2014

Remolacha para hipertensos

Un estudio observacional llevado a cabo en la London School of Medicine por el Dr. Vikas Kapil y colaboradores ha encontrado reducciones significativas en la presión arterial máxima y mínima de pacientes hipertensos que consumían diariamente un cuarto de litro de zumo de remolacha durante 4 semanas. Se especula que esa cantidad de jugo de remolacha, que contiene algo más de 6 milimoles de nitratos, sería el agente directamente responsable del efecto antihipertensivo.
La reducción tensional se observó tanto si las medidas de presión arterial eran hechas en el consultorio, el hospital, en el domicilio o en registro ambulatorio continuo. 

Los autores del estudio pudieron comprobar, además, el beneficio que el zumo de remolacha ejerce sobre la pared de las arterias disminuyendo su rigidez y activando positivamente la función del endotelio, efectos que no pudieron observarse en el grupo placebo.
En palabras del Dr. Kapil “Éste es el primer estudio que demuestra que una dieta rica en nitratos reduce significativamente la presión arterial en pacientes hipertensos de ambos sexos.”
El ensayo clínico enroló 64 pacientes de ambos sexos con tensión arterial elevada comparados a un grupo control equiparable en características demográficas y clínicas y que tan sólo recibieron placebo. Los resultados acaban de ser publicados en noviembre de 2014 en la prestigiosa revista médica Hypertension.

Como explican los autores, una dieta rica en nitratos inorgánicos elevan las concentraciones sanguíneas y tisulares de estos compuestos cuyos efectos sobre la presión arterial y la función arterial son beneficiosamente demostrables.

Por otro lado, es un hecho conocido que los nitratos son potentes vasodilatadores, un efecto con reconocidas propiedades sobre la dinámica arterial y muy particularmente sobre el árbol arterial coronario, lo que podría hacer pensar que el jugo de remolacha podría ser, también, un eficaz aliado contra determinadas enfermedades cardíacas.


miércoles, 3 de diciembre de 2014

En el corazón del ruido

La contaminación acústica en las grandes ciudades se ha convertido en un problema sanitario de primer orden. Las estadísticas indican que España es el segundo país más ruidoso del mundo, tan sólo por detrás de Japón. Nueve millones de españoles están diariamente expuestos a niveles inaceptables de ruido (más de 65 decibelios durante el día y más de 55 durante la noche). Paradójicamente, son también los dos países más longevos del planeta.
Varios estudios epidemiológicos han demostrado una clara asociación entre la exposición a largo plazo del ruido de los aviones (el más ruidoso de todos los transportes) y un aumento de la tensión arterial y de los eventos cardiovasculares.
Un reciente trabajo publicado en British Medical Journal investigó el número de ingresos hospitalarios y la mortalidad por accidente cerebrovascular, enfermedad coronaria y enfermedad cardiovascular en una población cercana al aeropuerto de Heathrow (Londres). Constataron que los residentes de las zonas más ruidosas tenían un 24% más de riesgo de sufrir un ictus, un 21% más de riesgo de infarto de miocardio y un 14% más de riesgo de ingreso debido a enfermedad cardiovascular, que aquellos otros que vivían en zonas donde el ruido no era tan intenso. El riesgo de muerte por ictus fue del 21%, del 15% para el infarto y del 16% para muerte cardiovascular.

Hay más estudios epidemiológicos que han demostrado asociaciones entre la exposición a largo plazo del ruido de los aviones y un aumento de la hipertensión arterial y de los eventos cardiovasculares, aunque las razones exactas de esta relación siguen siendo desconocidas.

Otro estudio publicado hace poco en el European Heart Journal realizado por investigadores  alemanes sobre 75 voluntarios sanos de ambos sexos con una edad media de 26 años, expuestos de forma aleatoria a diferentes estrés acústicos (uno sin ruido y dos con reproducciones de sonido similar al que producen los aviones en su despegue o aterrizaje) con índice superiores a 65 decibelios, demostró que los adultos sanos que se habían sido expuestos tan solo una noche al ruido de 60 vuelos veían alterada su función endotelial (arterial) con un significativo aumento del estrés oxidativo También se observó que la disfunción endotelial iba paralelamente acompañada de un aumento significativo de los niveles de adrenalina, de un incremento de la presión arterial sistólica y de una evidente disminución de la calidad del sueño.

Estos estudios señalan que el estrés acústico es una importante causa de daño arterial que provoca, a su vez, aumentos sostenidos de la presión arterial que, como es bien sabido, es el primer factor causal para producir ictus infarto de miocardio, particularmente en personas mayores de 65 años.



Dicho lo anterior, tenga en cuenta a al hora de adquirir su vivienda que el entorno sea lo menos ruidoso posible y no dejemos de presionar a las autoridades sanitarias para que implemente leyes restrictivas que moderen o eviten una de las peores contaminaciones insalubres que día a día nos afectan: el ruido insoportable.

sábado, 29 de noviembre de 2014

¿Por qué causa la muerte un infarto?

A pesar de haberse reducido de manera considerable la mortalidad por infarto de miocardio, continúa siendo la primera causa de muerte en nuestro mundo occidental, algo por encima del cáncer y las enfermedades respiratorias.

El tratamiento precoz, mediante la apertura de la arteria ocluida (angioplastia) responsable de la necrosis del miocardio, ha permitido salvar numerosas vidas.

Puesto que en el infarto agudo de miocardio el tiempo, más que en ninguna otra circunstancia, es realmente oro, los sistemas sanitarios de todo el mundo se afanan en establecer protocolos que faciliten el inmediato tratamiento del paciente que está sufriendo un accidente coronario agudo. El traslado urgente a un hospital, a ser posible en una unidad coronaria móvil, y la inmediata liberación de la arteria obstruida por el coágulo, son las claves del éxito.
 
Evolución desde una placa de aterona a una oclusión trombótica
Un reciente artículo publicado en el Journal of American College of Cardiology (JACC) analiza la mortalidad a corto y medio plazo provocada por el infarto de miocardio transmural, que es aquel que afecta a todo el espesor de la pared ventricular. Entre las causas principales de la mortalidad inmediata, destacan las arritmias mortales de las primeras horas (que pueden ser resueltas mediante un electrocardioshock), seguidas por las alteraciones de la contractilidad y el shock cardiogénico. A medio y largo plazo, las causas no están tan claras.

El objetivo del estudio publicado en el JACC se centraba en buscar conexiones entre el tiempo de actuación médica y las causas de muerte por infarto en los pacientes sometidos a angioplastia de rescate en la fase aguda.

Los investigadores analizaron el tiempo y la causa de la muerte en 2.804 pacientes (edad 63±13 años, 72% varones) tratados con angioplastia primaria de los que 717 fallecieron. Las principales causas de muerte dentro de los primeros 30 días fueron el shock cardiogénico y el daño cerebral irreversible que aparece tras recuperar al corazón después de una parada circulatoria.
Electroshock con desfibrilador para recuperar una parada cardiaca
Del mismo modo, otros factores como la edad, el calibre de la arteria implicada, la insuficiencia cardíaca y la diabetes fueron predictores independientes de la mortalidad.

Al cabo de 30 días, una vez que la fase aguda se considera superada, la tasa de mortalidad cardiaca anual descendió a menos del 1,5%, siendo en la mayoría de los casos de origen extracardíaco, como tumores malignos, procesos respiratorios agudos o accidentes. 


Considerando, por tanto, que el mejor tratamiento que existe al día de hoy para la recuperación vital del infarto agudo de miocardio es la angioplastia primaria, todos los esfuerzos médicos dirigidos en este sentido conseguirán, poco a poco, rebajar aun más la primera causa de muerte en el mundo de nuestro entorno económico y geográfico.

Los supervivientes del primer mes que fueron tratados con angioplastia y stent tienen un excelente pronóstico a medio y largo plazo siempre y cuando sus factores de riesgo cardiovascular queden bajo estricto control. Esto, unido a nuevos fármacos y eficaces procedimientos, está dando excelentes resultados.

Imagen necrópsica de un corazón con un infarto extenso
Por tanto, ante un caso de sospecha de infarto agudo lo importante es trasladar al paciente urgentemente a un hospital porque durante esos críticos minutos, el tiempo, más que oro, es miocardio vital que hay que rescatar de las garras de la muerte.

jueves, 27 de noviembre de 2014

La polpíldora

La asociación de dos o más principios químicos en una sola píldora es una práctica común en farmacología desde hace varias décadas. Es habitual ver un diurético asociado a un antihipertensivo o varias antiácidos mezclados, o broncodilatadores que actúan simultáneamente con mucolíticos, y todos en el mismo envoltorio.

En la última década se viene especulando con una asociación de varios fármacos para prevenir la temida enfermedad coronaria, derivada de diversos procesos patológicos previos como la hipertensión, el colesterol elevado, la hiperglucemia etc.


Un artículo publicado este mismo mes de noviembre de 2014 en el Journal of American Medical Associaton (JAMA) analiza los efectos de una polipíldora que contiene un fármaco antiagregante que disminuye la tendencia a la trombosis, un antihipertensivo y un medicamento reductor del colesterol.

Los resultados indican que la polipíldora redujo de manera significativa los valores de colesterol en sangre al tiempo que disminuía la presión arterial. Sin embargo, la reducción de eventos cardiovasculares graves (infarto, ictus o muerte cardiovascular) sólo se redujo en un modesto 19% respecto de un grupo de pacientes de similares características a los que se les administró placebo.

Los resultados, algo decepcionantes, de este ensayo clínico no permiten recomendar de modo indiscriminado el uso preventivo de una polipíldora, con la composición que ha sido utilizada en el referido estudio, para evitar, o al menos retrasar, la enfermedad coronaria.



Hoy más que nunca se nos aconseja hacer estudios muy personalizados de cada paciente y de su proceso patológico para que, conforme a sus circunstancias individualizadas, tratar de instaurar un tratamiento muy selectivo como hacen los buenos sastres con sus clientes a la hora de confeccionar un traje.


Consecuentemente, cuando en un mismo sujeto se dan varias enfermedades (por ejemplo, hipertensión, diabetes y colesterol elevado) es más aconsejable elaborar un tratamiento individualizado ajustando selectivamente las dosis de cada fármaco a cada uno de los procesos. El prêt à porter tiene también sus limitaciones.

jueves, 20 de noviembre de 2014

La margarita de la aspirina.

Desde hace más de 20 años se viene propugnando el consumo de bajas dosis de aspirina para la prevención primaria del infarto y del ictus, especialmente en aquellos pacientes con factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes, o colesterol elevado. Siempre ha habido dudas respecto de su eficacia preventiva y continuamente han sido reportados efectos secundarios graves, del tipo de la hemorragia digestiva, que han limitado su uso.

Recientemente, se han presentado datos de un estudio japonés, publicado este mes de noviembre en JAMA y presentados en el Congreso de la American Heart Association 2014. Según se desprende de las conclusiones del estudio JPPP (Japanese Primary Prevention Project) que enroló más de 14.000 pacientes de alto riesgo durante 5 años, el consumo preventivo de aspirina en bajas dosis (100 mg diarios) no dio resultados estadísticamente significativos en la prevención del infarto, ictus o muerte cardiovascular.

Existen en la actualidad otros estudios en marcha (Arrive, Ascend, Aspree y Accept-D) que investigan los mismos objetivos del JPPP. Pronto sabremos, a la luz de los resultados de estos ensayos, si la aspirina en dosis bajas es capaz de prevenir las complicaciones de la enfermedad vascular, antes comentadas.

Recientemente, la FDA (Food and Drug Administration) ha llamado la atención del colectivo médico y de la población general sugiriendo que la administración preventiva de aspirina puede no estar dando los resultados inicialmente preconizados, a la luz de las conclusiones que se vienen presentando en diversos ensayos clínicos.

No hay que olvidar, además, que la aspirina (el medicamento de mayor venta en el mercado farmacéutico mundial) no es un producto inocuo. Graves complicaciones hemorrágicas en los adultos y el gravísimo síndrome de Reye en la infancia limitan su uso indiscriminado.

Continuamos, por tanto, los médicos, deshojando la margarita: “aspirina sí, aspirina, no”. Futuras conclusiones de los actuales ensayos clínicos en marcha despejarán las enormes dudas que existen hoy en día sobre el empleo médico preventivo de este producto, obtenido a partir de la corteza del sauce, y del que existen referencias en papiros de la farmacología egipcia de más de cuatro mil años de antigüedad.

martes, 18 de noviembre de 2014

Betatrofina: Una esperanza para diabéticos.


Se calcula que en España puede haber algo más de 3 millones de diabéticos de los que la mitad ignora que lo son. Es una enfermedad crónica cuya principal repercusión es de carácter arterial, aumentando el riesgo de infarto, ictus, ceguera, insuficiencia renal y trastornos circulatorios en las extremidades inferiores. Es, por tanto,  una enfermedad invalidante y muy costosa.

No hace mucho, apareció un artículo publicado en la prestigiosa revista Cell en la que un grupo de investigadores liderados por los doctores Douglas Melton y Peng Yi demostraron, en ratones, que las inyecciones periódicas de una hormona conocida como betatrofina estimula la replicación de las células beta del páncreas que son las encargadas de producir la insulina y por tanto las responsables de metabolizar la glucosa.

En el curso evolutivo de la diabetes del adulto el número de células beta disminuye progresiva e imparablemente. Cuando la enfermedad se manifiesta clínicamente el número de células beta ya se ha reducido, irrecuperablemente, a la mitad. Los esperanzados intentos con células madre para aumentar la replicación de células beta en diabéticos no están dando los resultados que inicialmente se esperaban. Ahora, esta hormona, cuya actividad es máxima durante el embarazo, podría suponer un nuevo enfoque y también una nueva esperanza para los diabéticos, sobre todo para los que necesitan inyectarse diariamente insulina.




De confirmarse estos resultados preliminares, llevados a cabo en experimentación animal,  la betatrofina administrada una sola vez por semana sería suficiente para controlar una enfermedad de prevalencia muy elevada como es la diabetes tipo 2 de la que por causa de la obesidad, el sedentarismo y una mala dieta se espera que supere la dramática cifra de 350 millones de diabéticos en todo el planeta para el año 2025.

La investigación fue llevada a cabo en la universidad de Harvard (EEUU) siendo financiada con fondos públicos lo que demuestra, una vez más, que invertir en investigación y desarrollo no sólo engrandece a los países que la practican sino que además los hace cada vez más ricos.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Eutanasia y sedación paliativa

La sedación paliativa es un acto clínico de gran trascendencia en el que los médicos, en especial lo que se dedican al cuidado de pacientes terminales, están bien informados y concienciados. Por el contrario, la inmensa mayoría de los profesionales sanitarios ni practican la eutanasia, ni siquiera se sienten mínimamente interesados en ella.

Recientes estudios han venido a señalar que el deseo por parte del paciente de anticipar su propia muerte se debe más a aspectos emocionales, familiares y sociales, antes que en la desaparición definitiva del dolor intenso que acompaña a algunas agonías.


Al día de hoy, existe una notable confusión derivada de la activa campaña desplegada por parte de grupos pro-eutanasia,  sobre lo que es sedación paliativa y eutanasia activa.  Según la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), la sedación terminal trata de inducir en el  paciente una disminución controlada del nivel de conciencia con el único objetivo de eliminar la angustia, el dolor, y el intenso sufrimiento causado por síntomas refractarios a la terapéutica habitual y que muy comúnmente se presentan en pacientes terminales, especialmente en los oncológicos. Por el contrario, la eutanasia, sea activa o pasiva, se refiere a aquella actitud en la que el médico actúa intencionadamente para acelerar la muerte del paciente o se inhibe médicamente para facilitarla.


Los grupos pro-eutanasia, para consolidar sus tesis, abogan por el testamento vital donde quede especificado de modo claro y conciso, los valores, deseos y creencias de cada uno, de modo que el documento otorgue un soporte legal para que el médico que asiste al paciente irrecuperable pueda actuar de un modo u otro. Sin embargo, esta cuestión es igualmente comprometida y puede prestarse a interpretaciones dispares ya que un sujeto que redacta un testamento vital en plena salud, difícilmente puede tener una percepción exacta de las sensaciones personales que va experimentar cuando tenga que enfrentarse a su fin. Por otro lado, ningún médico debería sentirse “presionado” por un testamento vital para inducir activamente la muerte de quien la solicita.

La mayoría de los médicos y enfermeros, insisto, no están absolutamente interesados en la eutanasia, al contrario; cada día se sienten más involucrados y preocupados por dar los mejores cuidados paliativos a pacientes terminales en los que la recuperación se sabe de antemano que es imposible.

Lo que verdaderamente dejaría las cosas en su sitio sería que, de una vez por todas, los legisladores, con la ayuda de los que entienden en estas causas, aprueben una ley clara y rotunda de cuidados paliativos que a todos deje satisfechos. Pero eso es otra cuestión. Aquí ya se sabe que la sociedad va por un camino y la Justicia por el suyo.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Viagra: Nuevas ventajas cardio-protectoras


Desde hace más de quince años, los inhibidores de la fosfodiesterasa de tipo 5 se vienen empleando con enorme éxito y eficacia en el tratamiento de la disfunción eréctil, cuya incidencia afecta a uno de cada dos varones a partir de los cincuenta años.

Estos agentes (sildenafilo, vardenafilo y tadalafilo, o lo que es lo mismo, Viagra, Levitra y Cialis) fueron inicialmente investigados como fármacos antianginosos ya que promueven la liberación del óxido nítrico que es el vasodilatador más potente que se conoce. Pronto, los investigadores derivaron su atención hacia uno de los efectos secundarios más sorprendentes (la mejoría en la función eréctil) centrando en ese aspecto sus futuros trabajos.

También, desde el principio, aparecieron algunas informaciones poco contrastadas que alertaban a la población sobre graves complicaciones cardiovasculares. Nada más lejos de la realidad.

Recientemente, investigadores de la universidad La Sapienza de Roma han comunicado efectos muy positivo sobre el corazón, derivados del consumo continuado de estos agentes.

La hipertrofia cardíaca es una complicación anatómica grave secundaria a algunas enfermedades como la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria, la miocardiopatía diabética, las valvulopatías, etc., que ensombrecen el pronóstico, provocando arritmias severas e insuficiencia cardíaca.

Los investigadores italianos han podido comprobar que el consumo continuado de los inhibidores de la fosfodiestesara de tipo 5 empleados para corregir la disfunción eréctil disminuyen el grado de hipertrofia cardíaca y mejoran el rendimiento del corazón.

Sus conclusiones están basadas en un meta-análisis que incluye 24 ensayos clínicos sobre 1.622 individuos de los que 954 fueron tratados con inhibidores y 772 con placebo. El análisis multivariado de los resultados indicó que tanto Viagra, como Levitra o Cialis mejoraron el rendimiento del corazón y redujeron el grado de hipertrofia.


Es este un interesante estudio que pone de manifiesto que, si bien los efectos sobre la masa miocárdica y el rendimiento cardíaco no fueron excesivamente llamativos, deja claro que el consumo de estos fármacos en su indicación primaria (la disfunción eréctil) no sólo no afecta al corazón sino que mejora su actividad.




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miércoles, 12 de noviembre de 2014

NUEVAS ESPERANZAS EN EL TRATAMIENTO DE LA INSUFICIENCIA CARDIACA


La insuficiencia cardiaca es un síndrome derivado de diversas patologías cardiovasculares que se caracteriza por la incapacidad del corazón para bombear sangre con la suficiente potencia y en la cantidad necesaria de forma que el oxígeno que vehicula y los nutrientes que transporta puedan llegar a todos los órganos y sistemas. 

Afecta a más de dos millones y medio de personas en España, siendo su prevalencia muy elevada entre la población de más de 65 años.

Sus causas más comunes son: la arterioesclerosis coronaria con o sin infarto previo, las enfermedades que afectan a las válvulas, las miocardiopatías, la hipertensión arterial, la diabetes, las enfermedades respiratorias crónicas, el alcoholismo, el envejecimiento, etc.

El tratamiento actual está basado en modificaciones en el estilo de vida, dieta sin sal, medicamentos del tipo de los diuréticos, vasodilatadores, digitálicos, inhibidores del enzima convertidor de la angiotensina, ralentizadores de la frecuencia cardíaca, cuyos efectos a medio y largo plazo no dan, en la mayoría de los casos, los resultados esperados.


En el pasado congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado el pasado septiembre en Barcelona, se ha presentado un nuevo fármaco que por el momento carece de nombre comercial y que se conoce por las siglas: LCZ696,  cuyos efectos sobre la evolución de la insuficiencia cardíaca ha dado resultados muy esperanzadores de acuerdo a los datos de los ensayos clínicos efectuados.
El fármaco, producido por la farmacéutica suiza Novartis Pharma, consigue reducir en un 20% la mortalidad por insuficiencia cardíaca al tiempo que disminuye el número de ingresos hospitalarios, acortando además el tiempo de hospitalización. Para llegar a estos resultados se analizaron los efectos del fármaco en 8.442 pacientes, participando en los ensayos un total de 47 países. El fármaco de referencia y contraste fue el enalapril, un IECA de probada eficacia en la hipertensión arterial y en la insuficiencia cardíaca. Según el jefe de la división de Novartis este nuevo medicamento supone "uno de los mayores avances en cardiología en la última década"

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En un año, aproximadamente, este nuevo agente farmacológico estará disponible en farmacias para su uso médico.