Cada verano tiene su
serpiente excepto este 2015 que tiene su mosquito.
En efecto, el Aedes albopictus, conocido como mosquito
tigre, se diferencia de sus otros hermanos por su aspecto atigrado, con
llamativas líneas blancas que recorren cabeza y tórax y porque, además de volar
bajo, suele picar durante el día y excepcionalmente durante la noche.
Su importancia de
cara a nuestra salud radica en que este molesto insecto transmite la enfermedad
de Chikunguya que si bien es endémica en África, en el Sudeste Asiático y en
algunos países Latino-Americanos, ya se empiezan a conocer algunos casos en
nuestro entorno.
El año pasado se
registraron en España 266 casos de Chikungunya, aunque todos los
contagios se produjeron fuera de nuestras fronteras, coincidiendo con viajes al
extranjero, la mayoría de ellos a países sudamericanos, y más concretamente a la República
Dominicana.
Sin embargo, este año
se ha dado el primer caso de enfermedad de Chikunguya dentro de nuestras
fronteras tras una presumible picadura por mosquito tigre. Ha sido en Denia lo
que significa que el indeseable insecto ya está actuando en nuestro medio lo
que ha puesto en guardia no sólo a nuestras autoridades sanitarias sino también
a las europeas. En 2007, 2010 y 2014 se reportaron algunos casos en Italia y
Francia. Los países templados de la cuenca mediterránea favorecen su expanción y desarrollo. Desde el año
2004 el mosquito tigre vive y se reproduce en España.
La enfermedad que
produce es una infección viral donde el reservorio es el ser humano y el vector
el propio mosquito. Ello supone que el mosquito tiene que picar a dos personas:
al portador del virus y al sujeto a infectar, previamente sano, lo cual viene a
significar que la enfermedad de Chikunguya no se transmite de persona a persona
sin la concurrencia vectorial del insecto.
El período de
incubación oscila entre tres y siete días apareciendo con posterioridad
cefalea, fiebre alta, escalofríos, debilidad generalizada, dolor de espalda y articulaciones,
y erupciones cutáneas. En los casos más graves aparecen lesiones hepáticas y
cardíacas que ponen en serio riesgo la vida del infectado. El tratamiento es
sintomático no existiendo por el momento vacuna que prevenga la enfermedad ni
agente antiviral que anule la acción del agente patógeno.
Para prevenir el
contagio hay que recordar que el mosquito actúa durante el día. Por ello, en
las zonas en donde su presencia es más común hay que adoptar medidas generales
contra las picaduras de insectos, cubriéndose brazos y piernas, evitar
humedales de aguas estancadas y no usar perfumes o alimentos que dejan huellas
aromáticas como quesos, cervezas, alcoholes y carnes rojas cuyos efluvios a
través de la piel y del aire exhalado atrae con fuerza a los insectos. Una
buena higiene personal es eficaz para que el mosquito no se sienta atraído por
los olores corporales. Evite el riego excesivo de las plantas domésticas donde
el mosquito podría encontrar un hábitat ideal y no acumule basura en su
domicilio o en su entorno.
El moquito tigre
suele ser poco sensible a los repelentes habituales. Es mejor utilizar
productos naturales como la citronela, el piretro, la lavanda, el geranio, el
tomillo y el aceite esencial de almendras diluido y aplicado a la piel,
especialmente durante el período diurno.
Anque el mosquito es
el principal vector para producir la enfermedad de Chikunguya conviene recordar
que también puede transmitir otras graves enfermedades como la fiebre amarilla
o la japonesa, el dengue, la fiebre de Ross y algunas formas graves de
encefalitis.
En nuestro medio
puede actuar durante todo el año aunque los meses de mayor actividad van desde
mayo a octubre que es cuando las condiciones climáticas son mas propicias para
su desarrollo.
Si sospecha que ha
sido atacado por un mosquito tigre y aparecen los síntomas antes citados, acuda
a su médico y prepárese para un padecimiento generalizado y doloroso cuyo curso benigno no superará las dos o tres semanas.