Para constatar qué tipo de músicas son las más y las menos recomendables, los investigadores pidieron la cooperación de 24 voluntarios sanos para que escucharan cinco grabaciones musicales clásicas, elegidas al azar. Comprobaron que los crescendos (aumento gradual de intensidad y ritmo) provocan un aumento del ritmo cardiaco y la presión arterial, mientras que los diminuendos (reducción gradual) inducen relajación orgánica con descenso del pulso, la respiración y la tensión arterial. Observaron, además, que los bruscos cambios de ritmo e intensidad musical, como suele producirse en las óperas, pasando de ritmos rápidos a lentos y viceversa, mejoran las condiciones generales del aparato cardiovascular, Así; las arias de Verdi que repiten frases musicales de unos 10 segundos de duración son las que mejor se sincronizan con el ritmo cardíaco espontáneo.
domingo, 5 de octubre de 2014
Con la música en el corazón.
Científicos italianos de la Universidad de Pavía demostraron hace un par de años en qué modo los diversos tipos de música pueden modificar la fisiología del aparato cardiovascular. El estudio señalaba que los tempos rápidos aumentan el ritmo cardíaco y la presión arterial mientras que los lentos los disminuyen y amortiguan la presión sanguínea, previamente elevada.
Para constatar qué tipo de músicas son las más y las menos recomendables, los investigadores pidieron la cooperación de 24 voluntarios sanos para que escucharan cinco grabaciones musicales clásicas, elegidas al azar. Comprobaron que los crescendos (aumento gradual de intensidad y ritmo) provocan un aumento del ritmo cardiaco y la presión arterial, mientras que los diminuendos (reducción gradual) inducen relajación orgánica con descenso del pulso, la respiración y la tensión arterial. Observaron, además, que los bruscos cambios de ritmo e intensidad musical, como suele producirse en las óperas, pasando de ritmos rápidos a lentos y viceversa, mejoran las condiciones generales del aparato cardiovascular, Así; las arias de Verdi que repiten frases musicales de unos 10 segundos de duración son las que mejor se sincronizan con el ritmo cardíaco espontáneo.
Para constatar qué tipo de músicas son las más y las menos recomendables, los investigadores pidieron la cooperación de 24 voluntarios sanos para que escucharan cinco grabaciones musicales clásicas, elegidas al azar. Comprobaron que los crescendos (aumento gradual de intensidad y ritmo) provocan un aumento del ritmo cardiaco y la presión arterial, mientras que los diminuendos (reducción gradual) inducen relajación orgánica con descenso del pulso, la respiración y la tensión arterial. Observaron, además, que los bruscos cambios de ritmo e intensidad musical, como suele producirse en las óperas, pasando de ritmos rápidos a lentos y viceversa, mejoran las condiciones generales del aparato cardiovascular, Así; las arias de Verdi que repiten frases musicales de unos 10 segundos de duración son las que mejor se sincronizan con el ritmo cardíaco espontáneo.
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Muy interesante !!
ResponderEliminarLa música siempre está al servicio de quien la necesita. Los sonidos afectan a la secreción hormonal, a la respiración, al ritmo cardíaco y a las ondas neuronales.
Algunos conocedores de los secretos de la música la utilizan también el los centros comerciales porque afectan a la conducta, y la las ventas.
Gracias Maria José por tu comentario. Ya se sabe: la música amansa las fieras y predispone el corazón de los amantes para encuentros inolvidables.
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